Tener un océano, y no poder empaparme en él... cada día al terminar mi jornada comprendo que quizás nunca tendré lo que realmente quiero, ese poder compartir mis más íntimas experiencias... demostrar cuanto puedo dar... quisiera dejar esta sequía... y convertirla en una inundación, honesta y sincera... pero si el océano está pendiente de otra cosa no piensa siquiera tomarme en cuenta. ¿Vale la pena esperar? Quizás solo soy una nueva isla, con poca importancia, pero que tratará de demostrar lo mucho que vale, y todo lo que tiene para dar.
Hacer feliz a ese ser único, que pensamos pudiese llenar ese vacío que tantos tenemos. ¿Pensará eso? creo que no... que sólo me ve como alguien más, y sólo lucho contra mis más profundos sentimientos y deseos... los freno, ¿está mal? ... Pero qué hacer cuando la sinceridad, es quizás el arma más destructiva que puede existir... claro solo debo callar.. callar tanto esto que ojalá nadie lo escuche ni lo vea, y sólo debo ser esa sombra que pasa sin dejar huella alguna, sin hacer nada... pero quiero hacer algo, quiero gritar,y demostrar eso que tan guardado está. esto que tiene nombre, pero que gracias a ese océano ha cambiado de nombre, se ha mimetizado. Pudiese alguna vez ese océano bañar mis costas, o tan solo poder sentir su rocío. Pudiésemos quizás cultivar una bahía llena de momentos inolvidables y perdurables?
Quisiera tocar sus labios salados, que me incitan a probarlos sin arrepentimiento, tomar su cuello y un abrazo en el cual demostrar lo mucho que tengo para él.

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