Blanco!


Sigo con mis a veces paranoicos, y otros dubitativos, pero siempre improvisados textos.


Confieso que tengo una enfermiza fijación en el arte de coquetear, ese frenético baile sin pasos estipulados, pero en el cual uno sin querer más que incitar al otro saca sus "armas" más atractivas, con el sólo hecho de llamar la atención, de una forma sutil, pero impactante, de esas que quedan grabadas sin más.. que recordamos como quizás una anécdota, pero que en el fondo nos marca. Desde una mirada tímida, un juego de señas que nuestro cuerpo sin "querer queriendo" realiza, pero qué hay de coquetear, flirtear, pero sólo desde la vereda del frente? sin traspasar límite alguno, sino más bien sentirse un poco más seguro de que alguien Te mira.. (si alguien además de quien comparte tu vida) pero la diferencia, es que ese alguien, puede ser cualquiera, y no importa más allá. Como diría mi abuela, darse un "gustito". En pedir no hay engaño, y si no se pide?

La primera!

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